lunes, 20 de mayo de 2019

LA RIMA I


Me animé a hablar de este tema en mi blog por tres razones principalmente. La primera es esta: porque me gusta la musicalidad de la poesía rimada (lo que no quiere decir que no disfrute del verso libre) al punto que me motivó desde pequeño a convertirme en un escritor, y tal vez esta entrada anime a alguien más a leer ese tipo de poesía e incluso a escribirla.

 La segunda es esta: para leer un poema y entenderlo mejor es conveniente y provechoso conocer los recursos de los que se valen los escritores para crearlos. Y la tercera es esta otra: porque conozco del tema, pues he escrito un libro de poesía infantil con versos rimados, ritmo y métrica que posteriormente (después de publicado) daré a conocer con más detalles.

Terminada la digresión, iré al tema. En su Manual de versificación española, Rudolf Baehr señala que, tanto en España como «en los demás países románicos», «la rima (en sus dos formas de asonante y consonante) es el medio ornamental del verso más importante y difundido en todos los tiempos».

Y aunque refiere también que su «origen es inseguro», Baehr se anima a dar una posible respuesta a ello:

… La igualdad de sonidos, fácil de retener en la memoria, podía servir también como ayuda nemotécnica, y esto era de importancia, sobre todo para el canto en comunidad. En todo caso la poesía hímnica cristiana es probable que haya sido decisiva en el desarrollo y difusión de la rima en Occidente, inspirándose acaso en modelos hebraicos (1981: 61).

Antonio Quilis define la rima, en su libro Métrica española, de la siguiente manera: «La rima es la total o parcial semejanza acústica, entre dos o más versos, de los fonemas situados a partir de la última vocal acentuada» (1989: 37; las cursivas son del autor).

Siguiendo a Quilis, se puede clasificar la rima teniendo «en cuenta tanto su timbre como su cantidad». En el primer caso, «la rima puede ser total o parcial» (1989: 38); y en el segundo caso, la rima puede ser aguda, llana y esdrújula (Baehr, 1981: 64). Veré la primera clasificación.

Rima total o rima consonante o rima imperfecta: «es la reiteración en dos o más versos de una identidad acústica en todos los fonemas que se encuentran a partir de la última vocal acentuada» (1989: 38). El ejemplo que voy a reproducir lo tomé del texto «El acento castellano», de Tomás Navarro Tomás, quien cita allí una coplilla anónima de la tradición escolar española (1935: 16; el subrayado es mío):

                 Silbido es la lengua inglesa,
                 canto armonioso la hispana,
                 conversación la francesa 
                 y un suspiro la italiana.

Rima parcial o rima asonante o rima imperfecta: «es la reiteración en dos o más versos de una identidad acústica de algunos de los fonemas que se encuentran a partir de la última vocal acentuada. Estos fonemas son siempre los vocálicos, de ahí que este tipo de rima reciba también el nombre de rima vocálica» (1989: 39). El ejemplo que voy a mencionar lo tomé del libro Soplacoplas, de Cecilia Pisos (2013: 14): 
                En el verde de tus ojos
                va un barquito a navegar;
                yo estoy adentro del barco,
                ¡No vayas a parpadear!

Antonio Quilis, menciona también un «tipo especial de disposición de la rima», la cual llama la «rima en eco, que consiste en la repetición en el mismo o en el siguiente verso de los fonemas rimantes» (1989: 39). El siguiente ejemplo es una estrofa de López de Úbeda citado por el mismo Quilis (1989: 40; las cursivas son del autor): 

                Hoy se casa el monarca con su marca,
                no quede pollo a vida, ni comida,
                con que sea servida mi querida,
                llamadla en la comarca polliparca,
                traed tocino y buen vin de San Martín,
                pan, leña, asadores, tenedores,
                frutas, sal, tajadores los mayores,
                presto, que el dios Machín pretende el fin.

Al mismo tiempo, Quilis agrega a las ya señaladas otras «combinaciones» como la «repetición de la rima, o de algunos fonemas más de los que la constituyen, al principio de cada verso siguiente». El ejemplo citado a continuación es una estrofa de Andrés de Prado (Quilis, 1989: 40):

               Tu beldad que me despide 
               pide a mi amor que se aniña, 
               niña, que te haga un retrato, 
               trato mi afición, codicia.

Asimismo, incluye Quilis en esta clasificación «la repetición consecutiva» de la rima. El ejemplo que mencionaré aquí es una estrofa de Lope de Vega (Quilis, 1989: 40):

              Peligro tiene el más probado vado;
              quien no teme que el mal le impida, pida 
              mientras la suerte le convida, vida,
              y goce el bien tan sin cuidado dado.

En el siguiente envío, hablaré de la rima aguda, llana y esdrújula. Si esta entrada ha sido de tu agrado o te ha sido útil, compártela con tus seres queridos.


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Nota: La imagen, al inicio de esta entrada, fue tomada de la siguiente dirección electrónica:  https://tinyurl.com/y2nx3mnx


Bibliografía
BAEHR, Rudolf. Manual de versificación española. Madrid, España: Editorial Gredos, 1981.
NAVARRO TOMÁS, Tomás. El acento castellano. Madrid, España: Real Academia Española, 1935. Consultado el 19 de mayo del 2019 en https://tinyurl.com/y4a2xp7p
PISOS, Cecilia. Soplacoplas. Madrid, Espala: Anaya, 2013.
QUILIS, Antonio. Métrica española. Barcelona, España: Editorial Ariel, 1989.



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