sábado, 24 de abril de 2010

CÓMO ESCRIBIR RESEÑAS IX


3. «Regular el lenguaje»

El lenguaje de una recensión, según Álvaro Ezcurra, debe «evitar tanto la exageración de virtudes como la crítica desmedida. El uso de un lenguaje mesurado es una muestra de la madurez intelectual con la que se juzga objetiva y respetuosamente el trabajo de los demás.

»(…) Una reseña desmedidamente negativa podría hacer pensar al lector que está perdiendo su tiempo mientras la lee. ¿Para qué leerla si el material reseñado no tiene utilidad alguna? O, inclusive, ¿para qué reseñó el libro si no valía la pena? Del mismo modo, aunque estemos de acuerdo con determinadas ideas, hay que evitar el elogio exagerado del libro» (2007: 110).

El autor se concentra luego en cuatro «usos lingüísticos evaluativos de tipo léxico y sintáctico»:

i. «Los adjetivos» (uso lingüístico evaluativo de tipo léxico)

El empleo de adjetivos no debe ser arbitrario. Para Álvaro Ezcurra: «Decir que una idea es discutible, injustificada, valiosa u original es tomar posición. No cabe duda de que haya que tomar posición. Pero eso no significa olvidar que cada adjetivo elegido expresa un juicio de valor de cuya justificación y precisión se hará responsable el autor de la reseña. La posición debe ser razonable y justificada» (ibíd.).

«Adjetivos de uso frecuente en las reseñas suelen ser los siguientes: importante, interesante, útil, bueno. En algunos casos, podemos encontrar el poco sutil malo, que demuestra falta de tacto en el análisis crítico de un material. Es necesario evitar el abuso de los términos anteriores. Ello le imprime a la reseña un aspecto superficial, repetitivo y desprovisto de matices» (2007: 111).

El cuadro que presentamos a continuación ofrece «una lista de otras posibilidades. El adjetivo que encabeza cada columna es el más usual; los que están debajo expresan significados… más o menos cercanos al primero, que comunican matices específicos (…)» (ibíd.):


bueno

malo

útil

importante

interesante

equilibrado

preciso

exhaustivo

riguroso

analítico

ordenado

sólido

exacto

preliminar

oscuro

recurrente

errático

superficial

incompleto

insatisfactorio

inconsistente

eficaz

provechoso

enriquecedor

rico

reflexivo

esclarecedor

accesible

productivo

significativo

representativo

resaltante

relevante

profundo

notable

ilustrativo

necesario

original

innovador

creativo

singular

diferente

sugerente

fascinante

ingenioso

Con un diccionario se podrían agregar nuevos términos a esta lista, como bien lo señala el autor.


ii. «El uso de la voz pasiva» (uso lingüístico evaluativo de tipo sintáctico)

Cuando el sujeto de una oración pasa de una posición a otra, ello acarrea consecuencias de orden sintáctico y semántico. «En la voz activa, el sujeto de la oración tiene asignado el rol de agente. Por ejemplo, si decimos que (1) Juan engañó a José, está claro que Juan es quien realiza la acción que el verbo engañó describe. Es por ello el agente. En la voz pasiva, en cambio, el sujeto tendrá asignado el rol de paciente. Partiendo del ejemplo anterior, digamos ahora que (2) José fue engañado por Juan, donde el sujeto José es quien padece el engaño.

»Aunque en los ejemplos anteriores los participantes y la acción sean los mismos, el cambio de voz origina que el sentido de lo que se dice no sea el mismo. En (1), la atención del enunciado se centra en destacar que Juan es un engañador; en (2), se pone de relieve que José es víctima de un engaño. El cambio de voz, por lo tanto, puede ser una herramienta expresiva que nos permita concentrar el énfasis de lo comunicado en un participante o en otro. Veamos, por ejemplo, la diferencia entre las dos oraciones siguientes.

»El investigador, lamentablemente, utilizó fuentes inadecuadas.

»Fuentes inadecuadas, lamentablemente, fueron utilizadas por el investigador.

»La primera afirmación se enfoca en la responsabilidad que el investigador tuvo en el recojo de la información. Es por eso una crítica más directa y menos cortés. En la segunda, el foco de atención se centra en la calidad del material consultado, con lo que la culpa del investigador resulta atenuada» (2007: 111 y 112).


iii. «El uso estratégico de marcadores textuales» (uso lingüístico evaluativo de tipo sintáctico)

Los marcadores textuales ayudan a «expresar matices semánticos específicos. Veamos algunos ejemplos.

»El planteamiento del problema se determina con precisión. El estudio se apoya en varias fuentes inadecuadas.

»Aunque el estudio se apoye en varias fuentes inadecuadas, el planteamiento del problema se determina con precisión.

»El primer caso evalúa dos aspectos de manera separada: una virtud y un problema. En el segundo, el marcador textual aunque busca atenuar la mención de una falla destacando una virtud. También es posible variar el sentido si cambiamos el orden de los enunciados.

»El planteamiento del problema se determina con precisión; sin embargo, el estudio se apoya en varias fuentes inadecuadas.

»El estudio se apoya en varias fuentes inadecuadas; sin embargo, el problema se determina con precisión.

»La primera oración expresa más gravemente la crítica, puesto que esta se presenta en la segunda proposición a manera de acotación de la primera. En la segunda oración, en cambio, se mitiga la gravedad de la falla señalando una virtud como idea que se le opone» (2007: 112).


iv. «El uso del condicional hipotético» (uso lingüístico evaluativo de tipo sintáctico)

«El condicional hipotético es una construcción sintáctica que puede usarse para presentar, planteada como una situación irreal y con valor de sugerencia, una falencia que hay que señalar. Ofrecer sugerencias es una forma educada de señalar los problemas. De este modo, la mención de los puntos desfavorables se interpretará como una observación bien intencionada. Veamos algunos ejemplos.

»El estudio se apoya en fuentes inadecuadas.

»La selección de fuentes adecuadas hubiera permitido constituir bases sólidas para el análisis. (condicional-hipotético)

»El empleo de fuentes adecuadas hubiera provisto a la investigación de una base teórica sólida. (condicional-hipotético)

»De este modo, es posible matizar la expresión de la opinión. El condicional hipotético señala, como una recomendación, lo que hubiese podido ocurrir de haberse considerado el punto criticado. Es una manera positiva de expresar un problema: decir la verdad no excluye muestras de cortesía» (2007: 113).


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Nota: La foto digital que encabeza el texto fue tomada por Marco Antonio Román Encinas.



Bibliografía

EZCURRA, Álvaro (coord.). Iniciarse en la redacción universitaria. Exámenes, trabajos y reseñas. Lima: Estudios Generales Letras - Pontificia Universidad Católica del Perú, 2007.