jueves, 30 de septiembre de 2021

SIETE FUNKOS DE PERSONAJES LITERARIOS


Cada vez se están haciendo más populares los funkos en el Perú, unos muñecos cabezones que a manera de pequeñas esculturas de vinilo representan a las grandes estrellas del cine, la televisión, los dibujos animados, los videojuegos, etc. del momento y de otros tiempos. Aunque también han incorporado entre sus licencias al mundo de la literatura.

Según se cuenta en el artículo «Origen de los Funko y los primeros muñecos cabezones», de la página web Milenio (2020), el origen de estos simpáticos muñecos se remonta al año 1998, en Washington (Estados Unidos), cuando ocurrió lo siguiente:

 

Durante los noventa, los muñecos coleccionables eran difíciles de encontrar y su precio podía ser exorbitante [alcanzaba en algunos casos los 900 dólares]. Por lo que, Mike Becker, Rob Schwartz y Sean Wilkinson comenzaron a idear una forma de diseñar juguetes de sus personajes favoritos.

Tras varias ideas, una noche, Rob Schwartz había creado con arcilla un cuerpo para un muñeco cabezón, el cual más tarde llamarían Bob Computadora. A finales de la década de los noventa, los tres artistas acordaron fundar la compañía. El nombre […] es un juego con las palabras «diversión» [fun] y «compañía» [company] (Funko) (ver: https://bit.ly/3zUprIo).  

En la nota de Milenio, también se precisa lo siguiente:

 

Aunque, Bob Computadora fue el primer diseño. Se considera que Big Boy es el muñeco cabezón que dio popularidad a Funko. Este muñeco era la imagen de un restaurante de comida rápida y desde que salió a la venta fue todo un éxito, de acuerdo con el documental Making Fun: The Story of Funko.

No obstante, Mike Becker, cofundador de Funko, asegura que la fama de los Funko surgió con los muñecos cabezones de Austin Powers, pues tras el estreno de la película en 1997, las ventas incrementaron y llegaron a vender alrededor de cien mil muñecos (ver: https://bit.ly/3zUprIo). 

En el artículo «¿Qué tienen los muñecos Funko para haber desatado ese afán de coleccionismo?», de Noelia Martínez (2019), publicado en la plataforma digital Hablemos de empresa, se menciona un dato relevante sobre estos muñecos:

 

Los primeros modelos eran muy diferentes de los actuales. No había tanta desproporción entre cuerpo y cabeza y representaban de manera más realista a los personajes. A pesar de su éxito inicial, la empresa sufrió un bache del que salió en 2010, cuando presentó en la Comic-Con de San Diego una imagen renovada: los ¡Funko Pop!, como ahora los conocemos. En la actualidad, existen más de 3.000 figuras diferentes y la empresa vive un gran momento. Con un incremento de las ventas del 38% en el cuarto trimestre de 2018, las ganancias en bruto de ese periodo fueron de 85,7 millones de dólares.

Martínez (2019) también explica en qué consiste el éxito de los funkos cuya «moda global en el mundo del coleccionismo» se mantiene en el tiempo, y ha desatado una fiebre en Estados Unidos y en algunos otros países, al punto de lograr «productos agotados en pocos segundos, listas de espera, subastas en internet», etc.:

 

Las figuras que Funko saca al mercado son personajes de series, películas, videojuegos, dibujos animados, cómics… Es decir, productos de otras compañías. Una de las razones de su éxito es haberse asociado con las principales marcas de la cultura audiovisual mundial. Tienen licencia sobre Disney, Marvel, Warner Bros, Netflix, HBO y Lucas Film, entre otros.

Lo curioso del fenómeno es que a las marcas también les interesa que Funko cree versiones de sus personajes. Eso les da relevancia y mejora su merchandising. Funko está al día de las novedades más mainstream del mercado. Cada vez que se estrena una obra, le acompaña la tirada de muñecos correspondiente. Así se han convertido en una referencia imprescindible.

Otro de sus aciertos es no dejar de lado a ningún tipo de público. No solo se dirige al consumidor infantil. Muchas figuras de Funko se inspiran en personajes retro y despiertan el interés de los adultos. Su forma de ‘jugar’ con los muñecos es coleccionarlos. También es muy llamativo cómo ha crecido el interés del público femenino en ellos. Antes de reconvertir su estética y lanzar ¡Pop!, el 90% de sus clientes eran hombres. Pero las cifras de 2018 dicen que, ahora, el 51% de los consumidores son mujeres.

También sacan partido del factor de la exclusividad. En Funko son famosas sus ediciones limitadas de determinados personajes o con características concretas. Son muy difíciles de conseguir y, por tanto, especialmente deseadas. En algunas cajas, por ejemplo, encontramos la palabra Chase. Eso quiere decir que el muñeco en cuestión es ligeramente diferente a los del resto de su línea. Puede variar un color o un complemento, cualquier detalle que lo hará único y más apreciado por el público (ver: https://bit.ly/3onk8iA).  

Y, como ya lo habíamos adelantado, según comenta Alberto Porta (2017) en la página web de Lince Rojo, «la empresa Funko está creando nuevas colecciones que abarcan incluso a la literatura (al menos indirectamente)». Entre esos funkos literarios podemos encontrar los siguientes:

Del libro Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll. 

Del libro Mary Poppins, de P. L. Travers.

Del libro Harry Potter y la piedra filosofal, de J. K. Rowling.

Del libro Percy Jackson y los dioses del Olimpo 1. El ladrón del rayo, de Rick Riordan. 

 

Del libro Crepúsculo, de Stephenie Meyer.

Del libro Los Juegos del Hambre, de Suzanne Collins.

Pero también están los funkos por encargo sobre algunos de estos personajes literarios. Este es el caso de este séptimo funko literario:


Del libro La Niña de los Cuentos Narrados en Verso, de Marco Antonio Román Encinas*.

Esta pequeña muestra no pretende ser completa, pues hay otros personajes que se podrían incluir en la lista, pero que por motivos de espacio no lo hacemos. Baste mencionar como ejemplo los funkos sobre El mago de Oz, Juego de Tronos, El hobbit, Sherlock Holmes, etc.

A propósito de esta fiebre de los muñecos cabezones despertados en todo tipo de edades, pero principalmente en los jóvenes y cada vez más entre las mujeres, es válido preguntarse: ¿Pueden los funkos fomentar la lectura en los más pequeños y los jóvenes? Tal vez algún investigador que se anime a indagar sobre estos temas nos traiga la respuesta un día de estos.

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* Agradezco a TuFunko.pe por el buen trabajo realizado.

Nota: Las fotos del funko sobre La Niña de los Cuentos fueron tomadas por Marco Antonio Román Encinas. Las fotos del resto de funkos fueron tomadas de las siguientes direcciones electrónicas: Alicia en el País de las Maravillas (https://bit.ly/3D4PYVp), Mary Poppins (https://bit.ly/3F5WTiY), Harry Potter y la piedra filosofal (https://bit.ly/3ilwHHi), Percy Jackson y los dioses del Olimpo 1 (https://bit.ly/3on8LHs), Crepúsculo (https://bit.ly/3F5zf63) y Los Juegos del Hambre (https://bit.ly/39Tlnxq).

 

 

Bibliografía

 

MARTÍNEZ, Noelia. «¿Qué tienen los muñecos Funko para haber desatado ese afán de coleccionismo?». En página web Hablemos de empresa, 18 septiembre del 2019. Consultado el 29 de septiembre del 2021 en https://bit.ly/3onk8iA

MILENIO. «Origen de los Funko y los primeros muñecos cabezones». En la página web de Milenio, 14 de mayo del 2020. Consultado el 29 de septiembre del 2021 en https://bit.ly/3zUprIo

PORTA, Alberto (2017) «Funkos literarios». En la página web de Lince Rojo, marzo del 2017. Consultado el 29 de septiembre del 2021 en https://bit.ly/2Ww3SAe

ROJAS, Renzo. «La Historia del Funko y los Funko Pop». En la página web de eMarket Perú, del 8 de agosto del 2021. Consultado el 29 de septiembre del 2021 en https://bit.ly/3A0abtp

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