lunes, 30 de agosto de 2021

CINCO PORTADAS DE LIBROS MUY ATRACTIVAS

Cuando tuve que diseñar la portada de mi primer libro, me puse a revisar los trabajos de varios portadistas profesionales. En mi biblioteca, encontré algunas que destacaban más que otras, desde mi punto de vista, claro está.

Y decidí abrir un tablero con el título «Las mejores portadas de libros» en mi cuenta de Pinterest para guardar allí los pines con fotos de esas portadas recabadas. De allí extraje las cinco que considero la más logradas para escribir este artículo que espero que les sea útil

 

La noche en que Frankenstein leyó el Quijote (2012), de Santiago Posteguillo

 

Esta es la portada que más me ha gustado de mi biblioteca particular, no solo por la imagen de Frankenstein en una sala semioscura alumbrada por la luz de una chimenea y un armario de libros antiguos en su detrás, sino porque el título del libro y la imagen de Frankenstein leyendo El Quijote despierta inmediatamente la curiosidad del lector por saber qué ocurre realmente allí y qué es lo que se cuenta en sus páginas.

La elaboración de la portada estuvo a cargo de la diseñadora española Sandra Dios. Y se empleó en ella la imagen de Alejandro Coluccio sobre una fotografía «Screen Prod / Pthotononstop / Contacto», según se informa en la hoja de créditos.

También se reconoce en las líneas siguientes los derechos de autor sobre el personaje empleado: «Frankenstein is a trademark and copyright of Universal Studios. Licensed by Universal Studios Licensing LLC. All Rights Reserved».

Y esto último es algo que siempre debemos tener en cuenta cuando empleemos una imagen que no nos pertenezca en una portada: hay que respetar y mencionar la marca registrada y los derechos de autor. 

 

Las mejores poesías de amor españolas (1999), de Jorge Montagut

 

En la portada, a cargo del artista español Víctor Oliva, se reproduce un fragmento del famoso cuadro El beso (1859), del pintor italiano Francesco Hayez, y que se encuentra en la Pinacoteca di Brera, en Milán, como se indica en la hoja de créditos del libro. Una anécdota sobre este cuadro que ayuda a dar una mejor idea de la impresión que causa esa hermosa imagen de una pareja de jóvenes enamorados besándose apasionadamente en medio de un ambiente medieval es la que mencionaré a continuación.

En el artículo de la página web Condé Nast Traveler, Silvia Ruiz de la Prada Sanchis cuenta lo siguiente: «La obra pintada por el artista italiano en 1859 y localizada en la Pinacoteca de Brera (Milán), se ha convertido en la parada imprescindible para las parejas que no dudan en recrear la escena para después subirla a Instagram».

Luego añade Silvia Ruiz: «Bajo el hashtag #ilbacio [en italiano: el beso, en español], #ilbaciodihayez, #hayezkiss o #hayez, se recogen decenas de miles de publicaciones relacionadas con esta obra que inspira a la mejor de las fotografías». «Hasta ella se acercaban enamorados para inmortalizar con cámara en mano el reconocido cuadro recreando la escena de los dos amantes» (véase: https://bit.ly/3n2tUWF).  

 

Cuentos del viento (1991), de Antonio Ureta

 

La portada de este libro estuvo a cargo del pintor, muralista e ilustrador peruano Josué Sánchez Cerrón. Este artista emplea una técnica que busca recuperar el arte popular de sus antepasados y que retrata las costumbres andinas de su localidad.

El uso de colores sin degradados (que se observa con mayor claridad en el pintado de los cerros), pero intensos y llamativos cautivan la vista y atraen poderosamente la atención sobre cada uno de los detalles de una fiesta costumbrista celebrada en un poblado rural, en donde hay una banda (se observa a un músico de espaldas tocando un tambor), gente tomando y la comparsa.

Casi al centro de la portada, se observa un toro que es azuzado con una muleta roja por un lugareño, mientras un cóndor le picotea el lomo al animal, una escena que hace recordar el Yawar Fiesta (Fiesta de Sangre) que se celebraba en Ayacucho.

El artista nació en Huancayo en 1945. Según se indica en la página web Quarts,  

 

… Además de obras en Perú [en la Casa de la Literatura, el Lugar de la Memoria y el Convento de Santa Rosa de Ocopa], su trabajo artístico incluye murales en iglesias en Alemania, entre otros, en Aquisgrán, Bonn y Constanza.

Su trabajo artístico adicional incluye ilustraciones en libros y publicaciones periódicas en Perú y Europa, así como numerosas publicaciones en calendarios de artistas en los Países Bajos, Alemania, así como estudios de arte sobre […] mitos y leyendas (véase: https://bit.ly/3nwkyTn).  

 

Para leer de boleto en el metro 8 (2007), de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México

 

Esta portada estuvo a cargo de Ariadne Apodaca Sánchez, una artista mexicana que emplea también colores intensos en su diseño, aunque ella sí incorpora el degradado en algunos detalles de su dibujo como parte de una de sus técnicas de pintado. 

Es interesante observar cómo se retrata un escenario complejo con elementos sencillos. Un detalle a resaltar de la ilustración y que no es muy perceptible a simple vista es que aparecen allí veinticinco personas (si es que no he contado mal), de las cuales catorce de ellas (es decir, la mayoría) están leyendo libros sea sentados en la plaza del pueblo o desde los balcones de su casa.

También hay un hombre que empuja una carretilla llena de libros que reparte a una mujer (y que sería la lectora número 15); un joven, igualmente en un balcón, juega con una cometa con la figura de un libro; y, por último, los techos a dos aguas de las casas también tienen forma de libros abiertos.

Es decir, se trata de una ilustración que antes que retratar una realidad (sabemos que en México no se lee tanto), busca recrear un escenario deseable, y al hacer eso, al mismo tiempo, se fomenta y promociona el libro y la lectura. 

 

El señorío de los incas (1973), de Pedro Cieza de León

 

Esta portada es tal vez la más sencilla de las cinco, pero a pesar de ello no deja de llamar la atención. Es una pena que la Editorial Universo no haya registrado el nombre del portadista.

El centro del dibujo lo ocupa un inca de porte majestuoso que se coge la barbilla pensativo, mientras su otra mano descansa apoyada en su cintura, y sus ojos observan el horizonte desde una cima que asemeja la torre de una fortaleza de piedras construida sobre una montaña.

En lugar de sombrear las figuras a tinta, el artista opta por emplear líneas sucesivas aunque algo ralas donde quiere crear el efecto de sombra. No se emplea color alguno, salvo el fondo salmón que opera a manera de un lienzo. Una imagen sobria, pero contundente y de buen trazo.

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Nota: Las fotos de las cinco portadas que aparecen en esta entrada fueron tomadas por Marco Antonio Román Encinas

 

Bibliografía

 

CIEZA DE LEÓN, Pedro. El señorío de los incas. Lima: Editorial Universo, 1973.

MONTAGUT, Jorge. Las mejores poesías de amor españolas. Barcelona: Editorial Optima, 1999.

POSTEGUILLO, Santiago. La noche en que Frankenstein leyó el Quijote. La vida secreta de los libros (porque los libros tienen otras vidas). Barcelona: Editorial Planeta, 2012

QUARTS. «Josué Sánchez Cerrón». En la página web de Quarts, s/f. Consultado el 28 de agosto del 2021 en https://bit.ly/3nwkyTn

RUIZ DE LA PRADA SANCHIS, Silvia. «“El beso” de Francesco Hayez, el cuadro que triunfa entre los enamorados». En la página web de Condé Nast Traveler, 6 de mayo del 2020. Consultado el 28 de agosto del 2021 en https://bit.ly/3n2tUWF

SECRETARÍA DE CULTURA. Para leer de boleto en el metro 8. México: Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, 2007.

URETA, Antonio. Cuentos del viento. Lima: Lluvia Editores, 1991.