Adaptando la mecánica
del juego de roles (que consiste en interpretar el papel de un personaje
imaginario) a la escritura y confinándola al tema de este espacio virtual, se
me ocurrió proponer la definición del libro desde la perspectiva de las
diferentes profesiones que existen (no están todas, por cierto), a fin desarrollar
o poner en práctica la capacidad de empatía, tan necesaria en estos tiempos, y
tan útil para la comprensión de textos como pasaré a demostrar.
Para Victoria Cardona,
por ejemplo, la empatía «es una habilidad que nos ayuda a leer emocionalmente
al más próximo» (ver: http://www.vidadefamilia.org/pagina.php?id=45).
Yo añadiría a ello que también nos ayuda a leer emocionalmente al autor de un
libro que, al fin y al cabo, también es una persona de carne y hueso. Además,
ya la ciencia ha demostrado que la lectura de las obras de ficción ayuda a
desarrollar la empatía (ver: http://www.tendencias21.net/La-literatura-de-ficcion-incrementa-rapidamente-la-empatia_a24878.html);
entonces, por qué no puede suceder lo contrario, digo yo, si está demostrado igualmente
que mientras más lees (sobre todo empleando estrategias metacognitivas) mejor lees
(Pinzás 2001: 41 y 2006: 8).
Si promoviendo la
lectura (de ficción) desarrollamos la empatía y desarrollando la empatía leemos
mejor, es de esperarse que leyendo más de continuo (esto es, adquiriendo una
mayor educación y cultura) también podamos promover la paz. Esta postura está
avalada no solo por el artículo X de la «Carta
del libro» («“Las guerras germinan en el espíritu de los hombres —declara el
Acta de Constitución de la UNESCO— y es en el espíritu de los hombres donde
deben ser erigidas las defensas de la paz”. Los libros representan una de las
principales defensas de la paz, en razón del papel considerable que juegan en
la creación de un clima intelectual de amistad y de comprensión mutua» [Barker
y Escarpit 1974: 225]), del que ya hablé en una entrada del 13 de enero del 2012,
sino también por la intuición, genial por cierto, de dos grandes personajes de
la historia.
El primero de ellos es Gandhi a quien cita Cardona:
«Las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo
acabarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios [esto
es, si fueran empáticos] y entendieran su punto de vista». (Ibíd.).
El segundo es María
Montessori, quien es citada por Pla, Cano y Lorenzo: «La nueva educación [que
no se puede concebir desligada de la lectura] es una revolución. Una revolución
no violenta: si triunfa, las revoluciones violentas se volverán imposibles».
(2001: 92).
Volviendo a nuestro
asunto, algunas definiciones sobre el libro que ofreceré a continuación son más
logradas que otras seguramente, y, tal vez, no pocas susciten incredulidad o
desacuerdo. La idea en este caso no es incordiar, incomodar o entrar en desacuerdo
con nadie sobre ello, sino únicamente incorporar la parte lúdica como ejercicio
útil para los que busquen mejorar sus destrezas lectoras. Las líneas que siguen
muestran el resultado de esa labor.
El poeta —El libro es
el pensamiento empastado; es la flor y nata del jardín de las ideas.
El educador —El libro
es, tal vez, el único recurso didáctico autosuficiente.
El psicólogo —El libro es
la necesidad de hurgar en los recintos de la mente para plasmar ese recorrido.
El lingüista —El libro
es el registro y la consagración del habla culta en la historia.
El corrector de textos —El libro es una colección de gazapos no siempre
fácilmente detectables.
El administrador de
empresas —El libro es una nueva posibilidad de ingresos y la mejor oportunidad
para crear capital humano.
El economista —El libro
es una oferta seria de ilustración ante una demanda social de saberes.
El empresario —El libro
es con frecuencia un producto comercial de baja rentabilidad económica, pero con
amplios beneficios cognitivos.
El matemático —El libro
es una suma de capítulos y una resta de ambigüedades, y hace posible la multiplicación
de las ideas y la división del conocimiento dentro de las ciencias y las
humanidades.
El arqueólogo —El libro
es un vestigio sistematizado de un orden mental.
El antropólogo —El
libro es la piedra angular de la cultura.
El químico —El libro es
una suma de ingredientes debidamente combinados para producir la alquimia de la
fantasía y la imaginación.
El bibliotecario —El
libro es un servicio inspirado en el bien común.
El pacifista —El libro
es el más grande invento contra la violencia y las guerras.
El historiador —El
libro es un momento del vértice en el que confluyen el tiempo y el espacio.
El filósofo —El libro
es una probable respuesta a una duda o pregunta razonable.
El periodista —El libro
es una noticia argumentada, narrada o cantada y, por lo general, desfasada.
El médico —El libro es
la medicina más oportuna para la enfermedad del alma.
El biólogo —El libro es
el único organismo muerto que, por lo común, encierra un pensamiento vivo.
Sócrates —El libro es
el argumento más contundente para demostrar que nada sabemos.
Los invito ejercitarse
en esta actividad proponiendo definir otros términos, o asumiendo roles
diferentes o incluso históricos (esto último, sin embargo, requeriría de un estudio
más detenido del personaje). Estoy seguro que si nunca lo han hecho antes, no
les será tan fácil salirse de su mundo personal y adoptar un rol distinto al
suyo.
___________________
Nota: La imagen de la escultura Marcia leyendo en el parque (homenaje a
Charles Schulz), de Tívoli Too en San
Pablo, Minnesota, EE.UU., al inicio de este envío,
fue tomada de la siguiente dirección electrónica: http://bibliolectors.tumblr.com/post/32407020110/marcy-reading-in-the-park-marcia-leyendo-en-el
Bibliografía
BARKER, Ronald E.; y ESCARPIT, Robert. El deseo de leer. Barcelona: Ediciones Península, 1974.
BUSINESS COACHING FIRM.
«6 tips para incrementar tu empatía». BFC
México. Consulta: 04.10.2013. <http://bcfmexico.com/blog/2013/04/01/6-tips-para-incrementar-tu-empatia/>
CARDONA, Victoria.
«Empatía I». En Vida de familia.
España. 2012. Consulta: 04.10.2013. <http://www.vidadefamilia.org/pagina.php?id=45>
PINZÁS, Juana. Se aprende a leer
leyendo. Ejercicios de comprensión de lectura para los docentes y sus
estudiantes. Lima: Tarea, 2001.
____________ Guía de estrategias
metacognitivas para desarrollar la comprensión lectora. Lima: Ministerio de
Educación, 2006.
PLA MOLINS, María; CANO GARCÍA, Elena; y LORENZO RAMÍREZ, Nuria. «María
Montessori: el Método de la Pedagogía Científica». En TRILLA BERNET, Jaume. El legado pedagógico del siglo XX para la
escuela del siglo XXI. Barcelona: Editorial Graó, 2001.
TENDENCIAS21.NET. «La
literatura de ficción incrementa rápidamente la empatía». Tendencias 21. 04.10.2013. Consulta: 04.10.2013. <http://www.tendencias21.net/La-literatura-de-ficcion-incrementa-rapidamente-la-empatia_a24878.html>
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