Los
especialistas en lectura, escritura y expresión oral concuerdan en que estas
tres habilidades se desarrollan mutuamente (véase al respecto los libros de
Cassany, Condemarín y Medina citados en la bibliografía).
Coinciden
también en el hecho de que la escritura es la que ayuda a desarrollar con mayor
profundidad los procesos cognitivos del hombre, y, finalmente, en que a la
lectura le toca el papel, entre otros, de enriquecer y proveer de elementos de
referencia tanto a la escritura como a la expresión oral, dotando a ambas
habilidades, además, del poder de creación.
Como hay un
acuerdo de los entendidos en esos asuntos, sería redundante añadirle
argumentos. Por tal razón, me limito aquí a mostrar un ejemplo de cómo la
lectura enriquece a la expresión oral vista en su grado más alto, esto es, en la
oratoria.
Uno de los
mejores discursos de todos los tiempos pertenece a Abraham Lincoln, fue pronunciado el 19 de noviembre de 1863, en
Gettisburg, cuando era presidente de los Estados Unidos; constaba de 266
palabras y siete oraciones (en su versión original en inglés), y fueron hilvanadas,
en su forma oral, en menos de dos
minutos.
Para contextualizar
dicho discurso en el momento histórico en el que surgió y poder entenderlo más
fácilmente, es necesario incluir algunos datos. La batalla de Gettisburg
ocurrió del 1 al 3 de julio de 1863, en medio de una guerra civil entre las
fuerzas del norte y las fuerzas del sur de esa gran nación. Y marcó el inicio
de la retirada de los sureños, causando en esos tres días más de 50.000
muertos, heridos y desaparecidos.
El ejército de
los confederados se replegó frente al ejército de la Unión. «Era el fin de la
invasión de los estados del Norte por las tropas del Sur y la victoria de los
que defendían la idea de Estados Unidos, encabezados por el presidente Lincoln»
(véase: http://goo.gl/dFTY4X). Con ello se allanó el camino para el fin de la
Guerra Civil, lo que ocurriría dos años más tarde.
El discurso de
Lincoln en Gettisburg, según lo indica Dale Carnegie en su libro Cómo hablar bien en público e influir en los
hombres de negocios, «ha sido fundido en bronce […] y colocado en una
biblioteca de Oxford, como muestra de lo que se puede hacer con el lenguaje».
Por ser breve, cito el texto completo a continuación:
Ochenta y siete
años ha nuestros padres dieron a luz en esta tierra una nueva nación, concebida
en la libertad y dedicada a la proposición de que todos los hombres son creados
en igualdad. Hoy estamos comprometidos en una gran guerra civil, probando si
nuestra nación, o si cualquier nación así concebida y a tal fin dedicada, puede
subsistir por largo tiempo. Nos hemos reunido en un gran campo de batalla de
esa guerra. Hemos venido a dedicar una porción de ese campo como postrer lugar
de descanso para quienes dieron aquí sus vidas a fin de que la nación viviera.
Es de todo punto adecuado y correcto que hiciéramos esto. Pero, en más amplio
sentido, no podemos dedicar, no podemos consagrar, no podemos santificar esta
tierra. Los esforzados hombres que aquí bregaron la han consagrado ya muy por
encima de nuestra pobre facultad de agregar o sustraer. Poco reparará el mundo,
ni recordará por largo tiempo, cuanto decimos nosotros aquí. Es deber de
nosotros, los vivos, dedicarnos al inconcluso trabajo que aquellos que aquí lucharon tan hidalgamente
así han adelantado. Es nuestro deber estarnos dedicando aquí a la enorme tarea
que queda frente a nosotros, porque tomemos de estos muertos honrados creciente
devoción a la causa por la que ellos hicieron el postrero y máximo esfuerzo de
su devoción; porque resolvamos solemnemente que estos muertos no han dado su
vida en vano; porque esta nación, protegida de Dios, tenga nuevo nacimiento de
libertad; y porque el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no
perezca en la tierra (1966: 371 y 372).
Dale Carnegie
hace el siguiente comentario a propósito del discurso citado:
Se cree comúnmente
que Lincoln inventó la frase inmortal con que concluyó su discurso. ¿La inventó,
realmente? Su socio le había dado, algunos años antes, un ejemplar de la
antología de discursos de Theodore Parker. Lincoln leyó y subrayó en este libro
las siguientes palabras:«La democracia es el autogobierno directo, sobre todo
el pueblo, por todo el pueblo y para
todo el pueblo». Theodore Parker quizá haya sacado este pensamiento de Webster,
quien dijo cuatro años antes: «El gobierno del pueblo, constituido por el
pueblo y responsable ante el pueblo». Y Webster quizá se inspiró en una frase
de James Monroe, expresada treinta años antes. ¿Y de dónde la sacó Monroe?
Quinientos años antes de nacido Monroe, Wyclif, en el prefacio de su traducción
de las escrituras, escribió que «esta Biblia es para el gobierno del pueblo,
por el pueblo y para el pueblo». Y mucho antes de la época de Wyclif, más de
cuatrocientos años antes de Jesucristo, Cleón, en un discurso pronunciado en
Atenas, habló de un gobierno «del pueblo, por el pueblo y para el pueblo»… (1966:
372).
Suscribo lo que Carnegie
reflexiona luego:
¡Cuán pocas son las
cosas realmente nuevas! ¡Cuánto deben los oradores, aun los más preclaros, a
sus lecturas y a su frecuentación de los libros!
¡Libros! He ahí el
secreto. Quien quiera enriquecer y acrecentar su vocabulario debe empapar y
teñir constantemente su espíritu en las tintas de la literatura (1966: 372).
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Nota: La imagen, al inicio de esta entrada, es una copia escaneada de la que
aparece en la biografía Abraham Lincoln (Buenos Aires: Hyspamerica Ediciones Argentina,
1984), de Isaac Montero, p. 5.
Bibliografía
CARNEGIE,
Dale. Como hablar en público e influir en los hombres de negocios. Buenos
Aires: Ediciones Cosmos, 1966.
CASSANY,
Daniel. Construir la escritura. Barcelona:
Ediciones Paidós Ibérica, 1999.
CONDEMARÍN,
Mabel; MEDINA, Alejandra. Taller de
lenguaje II: Un programa integrado de desarrollo de las competencias
lingüísticas y comunicativas de los alumnos de segundo ciclo básico. Chile:
Dolmen Ediciones, 1999.
TERRA. «EE. UU.
Conmemoró los 150 años del famoso discurso de Lincoln en Gettisburg». Noticias Terra, 19 de noviembre del
2013. Consultado el 30 de abril del 2015 en http://goo.gl/dFTY4X
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