Carrillo, Aldo Vela
Lima: Kokoro Books, 2024
Este libro confronta el discurso monolítico indulgente,
romantizante y blanqueador de los senderólogos con respecto a su objeto de
estudio. Hacía falta un libro así que desmitifique esa narrativa unidireccional
que linda más con la ficción por momentos, y que emplea con premeditación el
discurso científico e histórico para pasar de contrabando el ingrediente
edulcorante del que hablábamos poco antes.
Está escrito con un lenguaje ágil y ameno. Hay información novedosa y desmitificante sobre Abimael Guzmán, sus esposas, Edith Lagos y Elena Iparraguirre, el vocero El Diario, etc. Un ejemplo de ello lo podemos ver en la siguiente cita, en donde se menciona una de las funciones que cumplía El Diario cuando ya se había constituido en uno de los órganos de propaganda de Sendero Luminoso (SL), y en donde también se desenmascara, por parte del autor, una argucia legal empleada por la hija de un dirigente sindical para aprovecharse del Estado:
Una de las funciones de El Diario era
adjudicarse la responsabilidad de sus acciones. Una de ellas, el asesinato del
dirigente sindical Pedro Huilca, destacado en la portada del vocero senderista.
El coronel Benedicto Jiménez, jefe del GEIN [Grupo Especial de Inteligencia,
unidad de élite de la Policía Nacional del Perú], obtuvo los documentos del
reglaje que los terroristas realizaron a Huilca, además de las pruebas que
demostraban que el atentado se planeó en dos ocasiones. El GEIN, además, guarda
en su museo los ejemplares requisados de El Diario en los que, antes de
su asesinato, se realizó una campaña de desprestigio del dirigente en la que se
le acusó, entre insultos y otras lindezas, de "vende obreros".
El periodista Ricardo Uceda en su libro dedicado al Grupo Colina sostiene que el asesinato del dirigente no fue obra de este grupo paramilitar. Ni siquiera la CVR [Comisión de la Verdad y Reconciliación], en su Informe Final, se atreve a determinar la autoría del crimen. No obstante, Indira Huilca, la hija del asesinado dirigente, ha hecho carrera política presentándose como víctima del Estado y del fujimorismo, pero no del terrorismo. Por ello, su familia cobró una considerable reparación civil proveniente de los impuestos que pagan todos los ciudadanos (2024: 33 y 34).
Aunque el autor estudió en la Pontificia Universidad Católica del Perú,
no se ha dejado avasallar por el discurso hegemónico de los senderólogos de
izquierda y, por el contrario, ejerce su rol de periodista con la mayor
objetividad posible, procurando desentrañar la verdad de los hechos estudiados y
sin apasionamientos, lo que hace valioso el libro.
A diferencia de los senderólogos, el autor ha consultado con los
protagonistas que confrontaron directamente contra los terroristas de SL como
los miembros del GEIN, entre ellos, Benedicto Jiménez y Marco Miyashiro; y también
ha consultado al que fue jefe de la Dircote (Dirección contra el Terrorismo), Óscar
Arriola Delgado, a fin de conseguir más datos para su libro y tener una visión más completa de aquellos trágicos episodios. Ese es un punto a
destacar porque la historia se construye confrontando los hechos con todos los
involucrados y evitando sesgos ideológicos que puedan inclinar la balanza hacia
un lado cuando el investigador solo debe preocuparse por transmitir la verdad.
En el libro, además, se mencionan temas que no aparecen en otros estudios sobre terrorismo o que sí aparecen, pero no con los detalles que aquí se ofrecen como el número de instituciones de desarrollo agrario destruidos o quemados por SL, el uso de niños bomba y pioneritos, la falsa lucha contra el individualismo y el sentimiento del amor en los senderistas, el deseo de empobrecer a los peruanos que gozaban de una fuente de ingresos aseguradas y regular, la matanza de los Húsares de Junín, el caso Uchuraccay, la masacre en Soras, etc. Veamos un ejemplo al respecto sobre lo ocurrido en Soras, Ayacucho, en donde Vela Carrillo incluso cuestiona la versión disimuladamente parcializada de la CVR (integrada casi exclusivamente por intelectuales de izquierda) en su mención de los hechos:
De acuerdo con la COMISEDH [Comisión de Derechos
Humanos], son 109 las víctimas, incluyendo ancianos, mujeres y niños, las que
perdieron la vida en manos de Sendero Luminoso en la jornada homicida que se
inició a las 8 de la mañana y terminó pasadas las 8 de la noche del 16 de julio
de 1984. La fiscalía, sin embargo, afirma que fueron 117 personas asesinadas
por el comunismo en Soras. La masacre por décadas se mantuvo oculta.
La CVR, tan puntillosa y exhaustiva con las
'ejecuciones extrajudiciales' perpetradas por policías o militares, menciona en
su Informe Final ligeramente el caso Soras (dentro del Tomo IV. Sección
Tercera: Los escenarios de la violencia. Capítulo 1: La violencia en las
regiones), a pesar de que fue muchísimo más cruel y sanguinaria que la Masacre
de Lucanamarca.
Recién, 28 años después, el ex procurador Julio Galindo desempolvó el caso y logró que, en diciembre de 2012, la cúpula de Sendero Luminoso fuera procesada como responsable mediato de las matanzas en Soras. Abimael Guzmán murió sin ser sentenciado por estas muertes, que se suman a la infinidad de atrocidades ordenadas por él y cometidas por su banda de asesinos. Los terroristas que componen el denominado Comité Central de Sendero Luminoso, entre ellos, Elena Iparraguirre, Laura Zambrano, Osmán Morote, Oscar Ramírez Durand, Margot Liendo Gil, en cambio, sí tienen que responder ante la justicia y ante las víctimas por estos hechos que ensangrentaron a las humildes comunidades ayacuchanas. Sin embargo, Víctor Quispe Palomino está acusado como el responsable material de la muerte de 117 personas, mientras permanece escondido en el VRAEM. Desde ahí, lidera los remanentes que Sendero Luminoso mantiene en la zona cocalera más importante del país (2024: 109 y 110).
Por lo señalado, un libro muy recomendable de leer por los jóvenes sobre todo, y que sería oportuno incluirlo en el plan lector de los colegios de secundaria para que las futuras generaciones conozcan nuestro pasado reciente y la historia no se vuelva a repetir
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Nota: La foto del libro al inicio de esta
reseña fue tomada por Marco Antonio Román Encinas.
Bibliografía
VELA CARRILLO, ALDO. Sendero Luminoso para dummies. Lima: Kokoro Books, 2024.
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